Se oye aquí a la docente de nueva hornada zapatearse, por ejemplo, de la ilustre academia, en “Tacas II”:
A veces me pregunto
si las teorías del lenguaje
de aquel fulano francés
dan alguna pista para vivir
este fenómeno complejo,
multifacético, posmoderno y neofantástico
sinónimo de vida real
esa que hay que pisar en seco
esa que embarra las manos de desilusión
esa que cuestiona a quemarropa
cuánta de la excrecencia ontológica
llena de postulados, estatutos y proclamas
salvaguarda el corazón
del embate funesto
de la muerte que acecha
cada día más cerca
cual viento de agua
cada día más cerca.
También, se escucha a la poeta que incursiona en el medio editorial abjurar temprano de las capillas literarias, en “Sospecho”:
Sospecho
de toda esa bandada de acólitos
que en reverencia se inclinan
ante el Poeta
sospecho
que los acólitos se escriben
en un acto masturbatorio mutuo
con sus artefactos librescos
con las páginas
con la tinta
y repiten ideas
palabras, palabras y palabras
que consumen sin cuestionar
para agradar
al gran escriba
y sumo sacerdote dictador.
(…) sospecha acólito
de sus sonrisas y gestos aduladores
y teme
teme siempre
a ser incapaz
de andar solo.