Tres caprichos del viento

Repaso tres imágenes que obtuve en San Juan de Puerto Rico después del huracán María (2017). A pesar del destrozo, o a causa de este, el viento esculpe formas inusitadas. Los textos y las fotos se publicaron originalmente en lugares separados. Por primera vez los coloco juntos, como siempre debieron estar, por ser fruto de una sola mirada y momento histórico. No son fotos profesionales, sino capturas espontáneas tomadas con la cámara del teléfono. Su valor es su rareza y fugacidad. Espero que disfrutes los textos que las acompañan, que no deben ser fugaces.

La forma del olvido

Burla de luna sin pisada

ya no hay hombre ni mujer

en el reflejo. Solo el árbol

que subyace al tiempo roto

mira entero su semblante

entre fragmentos. La furia

alza como el viento, el viento

cae descalzo sobre el vidrio;

cesó la ira, queda cifrada

la forma del olvido.

A tres meses de haber pasado el huracán María por Puerto Rico (2017), este espejo roto no había sido removido de una de las calles del Jardín Botánico de Río Piedras, donde ubican  las oficinas centrales de la Universidad de Puerto Rico. Celebro su rareza, pero no la metáfora del abandono. Me perturba la exactitud con que las piezas siguen sobre el suelo, como si el tiempo se hubiera detenido (no tanto sobre las cosas como sobre las personas). Puerto Rico, ¿se levanta?

Rosa Vanessa Otero

Mare: Jade

A veces pierde fiereza
el lomo hirsuto de la tierra
atrayendo la caricia.
Líquida, la hierba asume
confusión de orilla. ¿Yo?
No pretendo perturbar
lo que sin mí a mares
refluye entre aguijones
de curvas tímidas.
Mirar, fijarse. Otra es la mano,
otra la boca que esmerila
el amuleto.

El poema no necesita explicación. El texto capta un fragmento, un detalle de algo que lo rebasa y, al msmo tiempo, es su propia forma y mensaje. Pero la foto no hace justicia a la realidad. El campo visual, mucho más amplio e impresionante, quedó reducido por el lente.

Todo lucía ruinoso el primer día que volví a la oficina después del huracán María. Pero la hierba crecida, con aquel peinado que le hizo el viento era una calma en sobresalto, y la huella de un zarpazo suavizado. Lo flexible siempre sobrevive los embates de la furia.

Rosa Vanessa Otero

Hoja: Lata

Una escultura del viento

La misma mano de aire que agredió la copa de este árbol hasta dejarla en la desnudez de sus ramas exiguas, con destreza de artista le colgó una belleza extraña. A veces, lo inerte que el azar dispersa y desordena encuentra equilibrio y sostén, y una forma nueva, si se abraza a la vida que sufre. Sin duda, el paisaje puertorriqueño que nos dejó el huracán María recuperará su verdor antes que el país recupere su infraestructura: esa otra instalación efímera.

Este texto en prosa fue publicado originalmente en el periódico Diálogo y reproducido junto con «La forma del olvido» en el libro Crónicas de María, de María Zamparelli, Ed. «Mare; Jade», poema inédito, forma parte de un libro en edición. No se prohíbe compartir el material con fines no comerciales, pero se requiere no separar las fotos de los textos y acreditar su autoría (Sé gentil).

Rosa Vanessa Otero

5 comentarios en “Tres caprichos del viento

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